La Agència de Salut Pública de Barcelona alerta que entre 2010 y 2017 se produjo una media de 424 muertes anuales por exceso de partículas contaminantes PM2,5.
La contaminación en Barcelona puede provocar serios problemas de salud, incluso la muerte. El informe ‘La Salut a Barcelona 2017’ ha revelado que en el último año se han producido un total de 354 muertes relacionadas con el exceso de partículas contaminantes PM2,5; que en buena medida proceden de los vehículos diésel que circulan por la ciudad.
El estudio realizado por La Agència de Salut Pública de Barcelona revela que la contaminación del aire es el factor que más perjudica a la salud de la población, ya que contribuye a aumentar las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, de cáncer de pulmón y la mortalidad en general. De hecho, entre 2010 y 2017 estas partículas contaminantes provocaron una media de 424 muertes anuales.
Cabe mencionar que en el último año Barcelona continuó superando los niveles de dióxido de nitrógeno recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). Niños, ancianos, embarazadas y personas con enfermedades crónicas son los principales grupos de riesgo ante los efectos de la contaminación en la salud. La Agència de Salut Pública de Barcelona pide en el análisis reducir el tránsito motorizado, principal fuente de contaminación del aire de las ciudades.
Precisamente, el Ajuntament de Barcelona tiene previsto prohibir la circulación de la totalidad de los vehículos de gasolina y diésel anteriores a los años 2000 y 2006, respectivamente; una medida que hasta ahora solo se produce en episodios de alta contaminación.
El efecto de la contaminación antes de nacer
Un grupo de investigadores de varios hospitales de Barcelona están buscando embarazadas en el primer trimestre de gestación para analizar el impacto de la contaminación en la salud antes de nacer. El estudio se llama Barcelona Life Study Cohorte (BiSC, como vivo en catalán) y cuenta con un presupuesto de 3,5 millones de euros. Jordi Sunyer, director del proyecto y jefe del programa de Infancia y Medioambiente de ISGlobal, declara que el objetivo es «ver si vivir el embarazo en distintas zonas de la ciudad, forman en diferentes cerebros. Y si eso tiene que ver con el desarrollo de enfermedades». Para ello se realizará un seguimiento exhaustivo de las madres y sus futuros bebés que puede prolongarse hasta la vida adulta.