En abril de 1992, unos meses antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, se estrenó el telefilm Revolver. Una coproducción de Estados Unidos y Catalunya concebida como TV Movie, es decir, para ser proyectada en televisión.

Dirigida por el norteamericano Gary Nelson y protagonizada por el también estadounidense Robert Urich, actor que se hizo muy popular en la década de los setenta del siglo pasado interpretando al policía de SWAT Jim Street en las dos temporadas de la serie conocida en España con el nombre de Los hombres de Harrelson.

La coproducción de Televisió de Catalunya facilitó la participación de actrices y actores catalanes como Assumpta Serna, Ariadna Gil y el entonces debutante Jordi Mollà. El elenco internacional se completaba con diversos actores de larga y contrastada trayectoria en el mundo del cine y la televisión, como los norteamericanos Dakin Matthews, Steven Williams y el británico David Ryall. En definitiva, una película de acción con agentes secretos, traficantes de armas y una trama internacional con Barcelona como una protagonista más.

El filme explica la historia de un agente secreto norteamericano, interpretado por Robert Urich, que se retira después de la muerte de un niño mientras realizaba una redada en busca de droga. Pero antes de dejarlo definitivamente, un alto cargo de los servicios secretos lo convence para que haga una última misión. En ésta, resulta herido durante un intento de asesinato en un club nocturno y queda paralítico. A pesar de las evidentes limitaciones de ir en una silla de ruedas, decide viajar por su cuenta a Barcelona para buscar a los culpables de su situación. Una vez en Barcelona, ciudad que aún no conoce, a pesar de que su padre es catalán, tendrá que enfrentarse a un grupo que trafica con armas.

La película se desarrolla casi en su totalidad en Barcelona, con la única excepción de una secuencia rodada en Argentona (Maresme) y otra en Perelada (Alt Empordà). Curiosamente, los 40 primeros minutos del filme transcurren en el área de Los Ángeles, pero fueron también rodados íntegramente en Barcelona. Eso sí, en zonas de la ciudad poco reconocibles o bien que permitían una fácil adaptación a les exigencias del guión y de la dirección artística.

Las primeras imágenes que aparecen de Barcelona representando la ciudad son las del complejo deportivo construido en la montaña de Montjuïc para la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. Una zona que se convirtió durante unas semanas en el centro neurálgico de la gran celebración. En la ficción, diversos planos aéreos muestran la imponente presencia del Estadi Olímpic Lluís Companys y del Palau Sant Jordi, así como la fuerza de la torre de comunicaciones, conocida como torre Calatrava por su arquitecto. Las piscinas Bernat Picornell completan el mágico escenario, que siempre será recordado por los exitosos Juegos Olímpicos.

Ahora bien, la primera secuencia de Nick (interpretado por Robert Urich), en un espacio al aire libre de la ciudad es en La Rambla. Curiosamente, en la ficción aparece en un día lluvioso, algo no muy habitual en los largometrajes internacionales que tienden a mostrarla casi siempre soleada. En esta secuencia, el exagente colabora decisivamente en recuperar el bolso de una señora a quien acaban de robar en La Rambla. Toda la escena se produce en una zona concreta del paseo que permite encuadrar diversos planos con la entrada principal del mercado de Sant Josep al fondo, conocido popularmente como La Boqueria, así como identificar alguno de los artistas callejeros que se caracterizan y que son conocidos como estatuas humanas.

Otro icono de la ciudad como el monumento a Colón, también aparece en la película. Después de una secuencia de trepidante acción con caída final de Nick y su silla de ruedas al agua, este y su indispensable colaborador Jordi Torres, papel que interpreta Jordi Mollà, se encuentran en el paseo Josep Carner. Un plano fijo de Nick en coche y Jordi en moto muestra al fondo un estilizado monumento a Colón con el imponente edificio de la aduana del puerto a su derecha.

Esta entretenida película de acción fue concebida para su comercialización en televisión, desarrollándose en dos ciudades: Los Ángeles y Barcelona. Ahora bien, no hay ningún plano rodado en Estados Unidos, ya que en su totalidad fue filmada en Barcelona, con la excepción de una secuencia en la que aparece una casa modernista de Argentona y el castillo de Perelada. Así pues, Barcelona se convierte en un plató natural poliédrico y atractivo.

Las primeras imágenes de la Barcelona “real” son ya una declaración de principios del momento en el que esta producción fue estrenada, el año de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. El plano aéreo del Anillo Olímpico de Montjuïc con el rótulo en la pantalla de Barcelona nos presenta una ciudad renovada y transformada. De todas maneras, a pesar de la voluntad del filme en mostrar el cambio urbanístico de una parte significativa de la ciudad, espacios icónicos desde antes de este periodo, como la Rambla o el monumento a Colón tienen protagonismo en la película, como símbolos de la Barcelona histórica, pero también del siglo XXI.

Eugeni Osácar, profesor titular del Campus de Turisme, Hosteleria i Gastronomia CETT-UB. Doctor en Didáctica de las Ciencias Sociales y del Patrimonio por la Universitat de Barcelona, es experto en turismo cultural y turismo cinematográfico. Entre sus múltiples publicaciones destaca el libro “Barcelona, una ciudad de película” (2018). Se trata de una nueva edición revisada y ampliada, con cinco nuevos capítulos.