Hay tantas cafeterías en La Rambla que es complicado decidirse por una. Para que no te atabales, lo hacemos por ti.
Tanto si buscas un sitio para hacer la digestión tras una comilona como para merendar, La Rambla y sus alrededores tiene una amplia gama de cafeterías que, con el trajín diario de la calle más concurrida de Barcelona, es fácil pasar por alto. Es peligrosamente fácil terminar echándose en brazos de una cadena de comida rápida y pedir la primera dosis de cafeína que aparece en el menú. Para que eso no pase, te damos unas sugerencias muy auténticas que debes probar, al menos una vez ¿Nos falta alguna?
1. Rambla Café
Dirección: carrer de Portaferrisa, 1
Situada en el Palau Moja, la casa del patrimonio catalán, es uno de esos sitios hechos para sentarse con un buen café caliente entre las manos y ver la vida pasar. Es un local iluminado y agradable, donde degustar productos hechos con productos 100% catalanes y bollería de la mejor calidad. Parada imprescindible para todo ramblista que se precie.
2. Café de l’Opera
Dirección: La Rambla, 74
Si le dices a tu yaya que vas a tomar algo en el Café de l’Opera, será ella la que te recomiende qué pedir. Ha sobrevivido al paso del tiempo y las modas con una entereza digna de mención. La cafetería como tal se inauguró en 1929 pero este local lleva endulzando la vida de los barceloneses desde 1831, ya que antes fue chocolatería y un restaurante. Por aquí han merendado personajes de todos los colores políticos, desde el Rey Alfonso XIII hasta sindicalistas, anarquistas y bohemios. Si quieres saber qué ambiente se respiraba a principios del siglo XX sin necesidad de pasarte por el Ministerio del Tiempo, no te decepcionará.
3. Viena
Dirección: La Rambla 115
La cadena es conocida por sus bocadillos, para algunos los mejores del mundo, pero sus cafés tampoco tienen desperdicio. Por un precio bastante económico teniendo en cuenta la ubicación, tienes tu dosis de cafeína con una tapita dulce, un detalle que es de agradecer.
4. Artisa Barcelona
Dirección: Carrer de Colom, 2
Situado en la Plaça Reial, punto de encuentro de fiesteros, familias y viajeros, se trata de un pequeño rincón gastronómico con productos elaborados con materia prima catalana. Uno de sus lemas es que “una comida sin postre es como un traje sin corbata”. Por eso se esmeran en la elaboración de crepes, carrot cakes y cremas catalanas caseras. No olvides acompañarlos con un Marrochino, es decir, un capuccino con Nutella.
5. Amorino
Dirección: La Rambla, 125.
No hace falta viajar a Italia para degustar un auténtico capuccino o un buen helado, aquí te lo sirven en el momento. Son los que han puesto de moda esos helados tan originales en forma de flor. Aun así, como buenos italianos, tienen una relación estable con la cafeína. El café parece recién salido de Roma y lo sirven con espuma ¡mucha espuma! Además, hay muchísimos establecimientos de esta cadena repartidos por Barcelona, así que es fácil terminar cayendo en sus redes.
