Un estudio analiza desde los tramos preferidos de los ciclistas de Barcelona hasta los que evitan a toda costa.

Desplazarse en bicicleta por Barcelona puede ser el mayor de los placeres o un deporte de riesgo. Todo depende de la zona por la que te muevas. Un original estudio del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA) de la Universitat Autònoma de Barcelona ha analizado los sentimientos de 150 asiduo/as de la bici para elaborar un mapa emocional de la ciudad y reflejar cómo la siente quien la pedalea cada día.

El objetivo es hacer visible si el aumento en la infraestructura para bicicletas (carriles, estacionamientos, semáforos especiales) permite o no disfrutar de la ciudad y cómo afecta a la movilidad y las interacciones en los barrios. El estudio, fruto de una tesis de máster de un alumno de la UAB, también es una forma cooperativa de mejorar la forma de desplazarse sobre dos ruedas desde lo/as ciclistas para lo/as ciclistas, localizar los puntos más críticos, seguros o potenciar los tramos más agradables.

barcelona en bicicleta.
Lo/as ciclistas de Barcelona cuentan con su propio semáforo.

 

El mapa emocional de lo/as ciclistas de Barcelona

Los sentimientos de lo/as ciclistas de Barcelona van desde el placer y el relax hasta la confusión y el miedo. Como se dice al principio del artículo, todo depende de por dónde se desplacen. Así, el Gótico y Gràcia son los barrios más incómodos para ir en bicicleta debido a la densidad de peatones y sus calles estrechas. Las calles que evitan a toda costa son Aragó o la nueva Diagonal, ya que se sienten muy expuesto/as al tráfico y al humo. Entre los lugares que menos se disfrutan para ir en bicicleta, están la Avinguda del Paral·lel por la estrechez del carril, la velocidad de los coches y/o ciclistas que bajan desde Plaça d’Espanya o la Ronda de Sant Antoni por la contaminación.

Lo/as ciclistas de Barcelona reconocen que en La Rambla hay mucha gente pero que la velocidad a la que van los coches les permite disfrutar del paseo. Del carrer de Girona destacan su atractivo y del Passeig Marítim, las vistas. La calle que gana por goleada es el Passeig de Sant Joan, ya que los carriles bici están separados –y protegidos– del tráfico y del área peatonal; además de que que se hayan incorporado más zonas verdes infunde un sentimiento de seguridad en los ciclistas. En ese sentido, las calles con mayor sensación de protección son Provença o la Gran Vía.

barcelona en bicicleta
El Paseo Marítimo es uno de los paseos preferidos de los ciclistas de Barcelona.

 

Ciudad de bicicletas

Actualmente, Barcelona cuenta con 152 kilómetros de carril bici y se espera alcanzar los 200 km en los próximos meses. Según declara uno de los conductores del estudio, “No se trata sólo de proporcionar rutas más seguras para ciclistas, sino reapropiarse del espacio público, dejar los vehículos privados y devolver el espacio a la gente”. Actualmente, la bicicleta comparte carril con otros medios de transporte como los monopatines o los patinetes eléctricos. Aún no hay una regulación clara de cómo deben ordenarse con la vía pública pero iniciativas como esta ayudan a arrojar algo de luz.

 

Imagen destacada: Bart Omeu | Flickr