Desde el año 2012 las estatuas humanas de La Rambla se concentran en el tramo de Santa Mónica, situación que denuncian.

Las Estatuas de La Rambla piden al Ayuntamiento de Barcelona extenderse por todo el paseo y mejorar sus condiciones de trabajo. Rechazan el decreto regulatorio que modifica su presencia, normativa que entrará en vigor próximamente. Un tira y afloja que empezó el año 2012, cuando el consistorio reguló su situación por primera vez. Las medidas incluían limitar su actividad a la parte baja del paseo para evitar aglomeraciones, así como una tasa anual de 189 euros al año.

Las nuevas condiciones de las estatuas humanas de La Rambla son aún más polémicas. En primer lugar, desoyen la petición del colectivo de artistas de distribuirse por todo el paseo en vez de acumularse en Santa Mónica. Al parecer, el tramo reduce su visibilidad, las apelotona y no aporta las mejores condiciones de trabajo (por ejemplo, no hay sombras). Además, reduce su presencia al reducir el número de licencias de 30 a 24 y las divide en dos turnos por la mañana y por la tarde.

La Asociación República de Estatuas Humanas de La Rambla de Barcelona con el apoyo del Grupo Municipal de la CUP piden que se realice un proceso participativo para llegar a un acuerdo. Siempre con vistas a recordar el patrimonio inmaterial que representan. El Ajuntament asegura que sí se han tenido en cuenta las condiciones del colectivo de artistas. Su objetivo siempre ha sido apostar por la calidad del oficio y favorecer la movilidad de los viandantes.