Este año las luces de Navidad de Barcelona iluminan la ciudad con más intensidad que nunca. Eso las convierte en las más especiales que verás este año.

Ni Londres, ni Nueva York ni Madrid. Este año, las luces de Navidad de Barcelona ganan por goleada a las de las grandes capitales del mundo. Aquí van unos cuantos argumentos para demostrarlo ¿Añadiríais alguno?

1. Las luces de Navidad de Barcelona son discretas: lo breve si es bueno, dos veces bueno, y eso es lo que ocurre con nuestro alumbrado navideño. No somos una ciudad ostentosa que tenga que gritar a los cuatro vientos lo mucho que le gusta la Navidad, sino sencilla.

2. Eso las convierte en unas luces “elegantes”. Si te fijas, el blanco y el dorado son los dos colores más repetidos en el alumbrado navideño. Las calles de la ciudad guardan cierta armonía, como cuando conjuntas la ropa antes de salir de fiesta. En otras ciudades, cada barrio es de su padre y de su madre. Aquí, no.

3. Las luces de La Rambla son especiales: la calle sabe cómo vestirse de gala pero este año son más especiales. Los plátanos que oxigenan el paseo están decorados con aves de luces que recuerdan esos tiempos en los que había pajarerías.

navidad en la rambla
Luces de Navidad en La Rambla.

 

4. Además, a la altura de la Rambla de Santa Mónica, dos palomas de la paz recuerdan la actuación ejemplar que demostraron los vecinos y comerciantes de la zona durante los ataques del 17A. La Rambla es una calle que ha sufrido mucho en los últimos tiempos pero ha sabido superarse y continuar con más fuerza que nunca. Las luces de Navidad de Barcelona son capaces de reflejar ese poderoso mensaje.

5. Si te desvías hacia el Raval, comprobarás que su alumbrado se sale de lo común. En vez de campanitas, árboles y gorros de Papá Noel, hay siluetas de personas. Pertenecen a 80 vecinos, trabajadores y personajes que forman parte del día a día del barrio. Si conoces otra ciudad que rinda un homenaje tan bonito a sus ciudadanos y ciudadanas, por favor, decídnoslo.

planes con niños
Fuente: Xarxanet

 

6. Siguiendo con el argumento de la originalidad, la Gran Vía de las Cortes Catalanas lleva unos años sorprendiendo a conductores y paseantes con sus luces. Es imposible no quedarte con el “fun,fun, fun” o el “ñam,ñam, ñam” que la iluminan. El día que lo cambien, la calle perderá parte de su esencia

7. Las luces de Navidad de Barcelona consiguen que la Plaça Catalunya se convierta en un pueblecito de cuento de hadas. Todos los años nos sorprende con sus árboles iluminados y las luces de colores. Imposible no caer en el espíritu navideño.