Un recorrido por los claustros, jardines y patios más bonitos de Barcelona.
Por fin llega el buen tiempo. Tras días lluviosos, fresquito y algún que otro constipado ya era hora de guardar las chaquetas. Cuentas los minutos para salir de la rutina y disfrutar del buen tiempo, pasear por el barrio, descubrir sus secretos. Uno de ellos son los patios más bonitos de Barcelona, oasis verdes de tranquilidad en medio del alboroto y la contaminación. Acércate a Ciutat Vella y disfruta, porque no todo está dicho sobre el distrito más concurrido de la capital catalana.
Claustro de la Catedral de Barcelona
La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Santa Cruz y Santa Eulalia, conocida como la Catedral de Barcelona, es la joya gótica más preciada de la ciudad. Lo más impresionante no es su fachada (que por cierto, no se terminó de construir hasta el siglo XIX) sino el claustro. En este lugar dedicado a la meditación y la devoción habitan trece ocas. Representan los trece martirios que sufrió Santa Eulàlia, copatrona de Barcelona.
Casa L’Ardiaca
Situada en el Barrio Gótico, es la sede del Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona. Lo más peculiar de este edificio es la mezcla de estilos arquitectónicos que alberga; desde el siglo XII hasta el modernismo de Lluís Domènech i Montaner del siglo XX. Escondido en su interior hay un tranquilo patio coronado por una gran palmera, perfecto para tener un momento de calma.
Claustro Parroquia Santa Ana
Cerca de la Plaça de Catalunya está la parroquia de Santa Ana, construida entre los siglos XII y XV y declarada Bien de Interés Nacional. Una de las razones por las que puede presumir de ese título es, además de la mezcla de románico y gótico, su claustro. Un espacio agradable para desconectar del ritmo de Plaça de Catalunya.
Museu Frederic Marès
Lo que antiguamente era una de las estancias del Palau Reial Major de Barcelona es hoy el Museu Frederic Marès. Toma el nombre de un escultor catalán que dedicó parte de su vida a coleccionar piezas de arte religioso procedentes de España, especialmente Castilla. Dato curioso, ya que puede decirse que en su afán por reunir vírgenes, santos, reliquias y vestimentas, se hizo con un trocito del Jardín del Edén. Su Vergel es un jardín interior rodeado de naranjos y flores en el que siempre hay un nuevo músico, poeta o intelectual que escuchar.
Academia de les Bones Lletres
Fundada en 1729, es la heredera de la Academia de los Desconfiados, que promovía el estudio de la historia, la lengua y la cultura catalanas en una época que las amenazaba con desaparecer. En su patio, en el que aún se respira la intelectualidad y erudición de aquellos años dorados, puedes encontrar restos de la antigua muralla romana de Barcino.
Palau del Lloctinent
Se fundó en 1549 y desde entonces ha tenido varios usos, hecho demostrable en su arquitectura. Primero como sede del representante de Carlos V en Cataluña, después, de la Inquisición. También funcionó como residencia de los virreyes de Barcelona y, desde el siglo XIX, del Archivo de la Corona de Aragón. Siglos de historia sobre los que meditar tranquilamente en su patio interior.
Ateneu Barcelonés
Es una asociación con más de 150 años de historia con una importante labor en la conservación y promoción de la cultura catalana. Aquí se celebraron algunas ediciones de los Jocs Florals de Barcelona, albergó una de las bibliotecas más nutridas de Cataluña, organizó encuentros entre intelectuales, charlas, debates… Cuenta con un impresionante jardín interior que, de noche, se convierte en uno de los lugares más mágicos de Barcelona.