La mejor forma de distinguir a los verdaderos restaurantes chinos de Barcelona es analizando a su público. Si los clientes son asiáticos, el sitio es de fiar.
Hay decenas de restaurantes chinos de Barcelona, tantos como asiáticos un sábado por la mañana en el Paseo de Gracia. Bromas aparte, la gastronomía del Lejano Oriente lleva abriéndose paso en la capital catalana desde principios de los ochenta. Esto significa que han brotado multitud de establecimientos especializados en sushi, ramen, baos, phos, pokes…
En los chinos-chinos de Barcelona hay arroz tres delicias y rollitos de primavera, pero también casquería rarísima, ensalada de medusa y huevos centenarios. Aquí unos cuantos que debes probar.
Out of China
Dirección: carrer d’Aribau, 112.
A pocos pasos de Plaça de Catalunya está el Out of China, un restaurante que cuida su estética minimal y se atreve a mezclar Pekín y Cantón con sabores Mediterráneos. Entre sus platos más suculentos están los ravioli de foie y pato a la plancha, la suprema de salmón al vapor con curry o el solomillo de cerdo ibérico frito con salsa agripicante. Otro de sus atractivos es que tienen una extensa carta para celíacos, que incluye postres como mochis de té matcha y chocolate o helado de té jazmín.
L’Olla de Si Chuan
Dirección: Plaça del Doctor Letamendi, 11.
La olla de Si Chuan o Huo Guo es el plato típico de la región que le da nombre y, por supuesto, la especialidad de este establecimiento. Esta es una olla en forma de yin yang con dos tipos de caldo en los que se cocinan diferentes raciones. Es todo un ritual, por lo que te recomendamos que lo disfrutes en grupo (ya que saldrás rodando). También tienen platos sin gluten. Si no te convence lo de la olla, tienes una gruesa carta repleta de opciones con sus correspondientes fotografías, para que lo que escojas no te pille por sorpresa.
Dos palillos
Dirección: carrer d’Elisabets, 9.
Es una de los restaurantes asiáticos más exclusivos de la capital catalana, así que no esperes pegatinas de dragones en las ventanas, patatas de gambas ni un acuario. Para que te hagas una idea, los fogones los capitanea Albert Raurich, antiguo jefe de cocina de El Bulli. Ah, y tiene una Estrella Michelín, casi nada. La forma de disfrutar de Dos Palillos es a través de sus menús degustación, preparados para que tu boca se convierta en un festival de gastronomía española, japonesa y china. En ellos hay sugerencias tan atrevidas como nigiri de sepia con caviar, gambas crudas calientes con aceite de té negro o lubina soasada con sopa china burbujeante. No es la opción más barata pero sí la más gourmet.
Kai Xuan
Dirección: carrer de Roger de Flor, 74.
Desvíate de La Rambla dirección Arc de Triomf. Camina unos diez minutos y ahí lo tienes, uno de los mejores restaurantes chinos de Barcelona. No encontrarás arroz tres delicias y la decoración intenta imitar a un verdadero templo chino. Vamos, un sitio para sentirse en el mismísimo Pekín. Los tallarines hechos a mano son su plato estrella pero tampoco hay que despreciar los Guo Tie, la ternera estilo Sichuang o los mochis de té verde. Por tener, tienen hasta ancas de rana y sangre de cerdo cocida. Si algo es cierto es que un restaurante chino no es tal si no tiene platos raros como estos.
Chen Ji
Dirección: carrer d’Alí Bei, 65.
¿Qué decir del chino de los chinos? Lo primero, que entre su clientela hay más ojos rasgados que occidentales, y eso solo puede ser buena señal. Segundo, que es bueno, bonito y barato. Su plato estrella es la sopa de tallarines hechos a mano pero también debes probar los Xiao Long Bao o el Zongzi, arroz glutinoso relleno de carne. Es posible que tengas que hacer cola para sentarte pero el servicio es rápido y puedes tomarte una Tsingtao para amenizar la espera.
