Ir por mar de Port-Vendres a Barcelona es un delicioso paseo
De Barcelona a Mallorca
La escritora parisina George Sand (1804-1876), cuyo verdadero
nombre era Aurore Lucile Dupin, pasó unos días en Barcelona
acompañada del compositor polaco Fryderyk Chopin. Se dirigían a
la isla de Mallorca en busca de un clima propicio para mitigar la
maltrecha salud del pianista. Se alojaron en el Hotel Cuatro
Naciones de la Rambla. La estancia fue de cinco días: del 2 al 7 de
noviembre de 1838. Durante su regreso a Francia desde la isla, en
febrero del año siguiente, permanecerían unas horas en Barcelona
antes de embarcar hacia Marsella.
Un delicioso paseo
Las impresiones del viaje las plasmó en el libro Un invierno en
Mallorca. Sobresalen las elogiosas palabras que dedica al paseo
barcelonés: “La alegre juventud de Barcelona tomaba el sol en la
Rambla, larga avenida bordeada de árboles y edificios como
nuestros bulevares”. Unos recuerdos que contrastan con las
reflexiones poco amables que vertería sobre los habitantes de la
isla. No ayudaría que el viaje de regreso a Barcelona lo hicieran a
bordo del Méléagre acompañados de una piara de cerdos.
Sol brillante
De la ciudad de Barcelona le sorprendieron las “formidables e
inmensas fortificaciones”, así como el clima agradable: “Una fresca
brisa del mar templaba los rigores de un sol brillante”. George
Sand llegó a ostentar el título de baronesa de Dudevant a raíz de su
matrimonio en 1822 con el barón Casimir Dudevant. Se
divorciarían cinco años después. Entre el círculo de amistades que
frecuentó figuran personalidades como el dramaturgo Alfred de
Musset, el compositor Franz Liszt o los escritores Victor Hugo,
Honoré de Balzac y Gustave Flaubert.