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Un regalo de Miró para la Rambla
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Quería también ir más allá, si fuese posible, de la pintura de caballete
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Las otras donaciones de Miró
Si hay un artista que ha dejado su huella en la Rambla éste es, sin lugar a dudas, el barcelonés Joan Miró (1893-1983). En 1968 recibía el encargo de decorar la fachada de la Terminal 2 del Aeropuerto del Prat. Fue entonces cuando decidió regalar dos obras más a la ciudad: una escultura para el Parque de Cervantes (nunca ejecutada) y el famoso Mosaico del Pla de l’Os o Pavimento Miró. Se inauguró el 23 de diciembre de 1976. Días más tarde, el artista paseaba por el entorno con la intención de conocer la reacción de los barceloneses. Uno de ellos apuntaba que las baldosas estaban mal colocadas. Miró le respondió: “¡No sabe lo que me costó convencer a los operarios para que pusieran de manera irregular las piezas!”. -
Una obra de arte humanaLa obra de Miró que embellece el corazón de la Rambla está compuesta por 6.000 baldosas colocadas en forma circular. En su interior se aprecia una flecha que invita al viajero a adentrarse en la ciudad. Los colores son el rojo, amarillo, blanco, negro y azul. Esto es, la paleta habitual del artista. Una alfombra urbana que pisan casi 80 millones de personas cada año. A raíz del atentado terrorista que tuvo lugar en la Rambla el mes de agosto de 2017, el mosaico de Miró se convirtió en un símbolo de rechazo y en un homenaje a las víctimas. De manera espontánea, ramos de flores y mensajes de condolencia cubrieron la obra en pocas horas.
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Más allá de la pinturaLa relación de Joan Miró con la Rambla va más allá del mosaico situado en el Pla de l’Os. El pintor colaboraría, junto al artista Max Ernst, en la decoración y el vestuario del ballet Romeo and Juliet del empresario ruso Serguéi Diaguilev. Después de su estreno en Montecarlo haría una parada en el Liceu en 1927. Lo mismo sucedió con el ballet Jeux d’enfants durante la temporada operística del año 1933. Otro homenaje que Miró quiso rendir a la ciudad fue la famosa y sobrecogedora Serie Barcelona, formada por cincuenta litografías en blanco y negro que remataba justo al acabar la Guerra Civil española.


