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La coleccionista y el limpiabotas
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Recorriendo EuropaLa coleccionista de arte Marguerite “Peggy” Guggenheim (1898-1979) visitó Barcelona en uno de sus múltiples viajes por Europa. Tanto le gustó el continente que acabó comprando un palacio en Venecia, donde instaló la destacada colección de arte que atesoró. Su tío Salomon fue otro gran amante del arte y promotor del famoso museo de Nueva York. Peggy visitaría Barcelona con su primer marido, el pintor y escritor Laurence Veil. Llegaron a la ciudad procedentes del sur de Francia y después de pasar por Andorra, “la república más pequeña del mundo”.
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"Rambleando"Una vez Peggy y Laurence llegaron a Barcelona se dispusieron a disfrutar de la ciudad. Y dónde mejor que en la calle más popular: “Nos pasamos horas paseando por las Ramblas. […] Cada vez que nos sentábamos en un café, aparecía un chiquillo limpiabotas y nos ofrecía sus servicios. […] Lo extraño es que cada vez que me limpiaban los zapatos, cambiaban de color; una vez plateado, luego rosa y luego verde”. Una estancia breve. Meses después volvería a visitar España, esta vez con su amante John Holmes. Entonces permanecieron solo en Madrid y Toledo.
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Marcel Duchamp, su consejeroLa colección que formó Peggy Guggenheim a lo largo de su vida es un buen resumen del arte del siglo XX. No en vano Marcel Duchamp le hizo de consejero. Claro que no todo fueron aciertos: “Mi estupidez al dejar escapar la oportunidad de comprar un Miró en Londres, La Terre Labourée, en 1939, por mil quinientos dólares”. Curiosamente, la obra más polémica de Duchamp, Nu descendant un escalier nº 2 (1912), se expondría antes en Barcelona que en Nueva York (donde provocó un gran escándalo). En concreto, en la galería que Josep Dalmau abrió en la calle de la Portaferrissa número 18 (a escasos metros de La Rambla).


