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De paseo
con el genio surrealista -
És important que tothom es diverteixi amb les coses de DaÃ, oi?
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Un genio en la RamblaEl pintor Salvador Dalà (1904-1989) está Ãntimamente relacionado con la localidad de Figueres, en Girona. No obstante, Barcelona fue el escenario de muchas de las anécdotas que protagonizó. Y, en concreto, la Rambla. Su obsesión por dejarse ver hizo de esta arteria barcelonesa una pasarela irresistible a la que acudÃa acompañado de grandes personalidades del mundo del arte y de la cultura. Los cafés, los monumentos o el Gran Teatro del Liceu no escaparon al interés del genio.
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Dalà y
el teatroEl tÃo de DalÃ, Anselm Domènech, fue el propietario de la LibrerÃa Verdaguer, situada frente al Liceu. CerrarÃa en 1959. El teatro operÃstico era una de las citas habituales del artista el dÃa de los estrenos. Un primo suyo, José MarÃa Serraclara, serÃa el promotor en 1904 del monumento al dramaturgo Serafà Pitarra (ubicado en la parte baja la Rambla). De niño, Dalà acudÃa a la Sala Mercè, un cine cuya original decoración corrió a cargo de Antoni GaudÃ. Le influirÃa a la hora de concebir su Teatro-Museo Gala Salvador DalÃ. -
Todo un tertulianoLas tertulias de los cafés de la Rambla contaban con un invitado de honor: Salvador DalÃ. Las más animadas se desarrollaban en los ya desaparecidos Café de la Rambla (esquina con la calle Canuda), Lyon d’Or (en los bajos del Teatro Principal) o en el Restaurante Café Royal. También gustaba de fotografiarse a los pies del monumento a Colón, personaje que inspiró uno de sus cuadros en 1958. Entre los actos que se llevaron a cabo con motivo del centenario de su nacimiento destacó la exposición DalÃ. Afinidades electivas, en la Sala Verdaguer del Palau Moja.


