La escritora Simone de Beauvoir (1908-1986) es una de las teóricas
del feminismo más destacadas del siglo XX. Su relación con
Barcelona se remonta al año 1931. Visitó la ciudad acompañada de
su pareja, el filósofo Jean-Paul Sartre. Curiosamente, Beauvoir
recordaría de su estancia la cantidad de chocolate, turrón y pasteles
que comió. También, “cómo nos mezclábamos con los paseantes
de las Ramblas”, calle que percibieron impregnada de una
“agitación insólita”.
Rambla abajo
El viaje de la pareja de intelectuales franceses a Barcelona contaría
con la presencia de la hermana de Simone de Beauvoir quien,
proveniente de Madrid, los acompañaría unos días. El padre de
ambas, el también escritor Georges de Beauvoir, había
incorporado años antes el nombre de Barcelona en una
cancioncilla escolar que aludía al caminar chic de las barcelonesas.
Respecto a Sartre, confesaría en su novela La náusea (1938) cómo
gustaba de “bajar y remontar cien veces las Ramblas, a la noche”.
Una ciudad para recordar
La autora de El segundo sexo (1949) volvería a visitar la ciudad en
1955. No obstante, esta vez lo hizo con su amante: el director de
cine Claude Lanzmann. Entre los recuerdos de la escritora destaca
una corrida de toros en que los barceloneses se deleitaban con el
matador Antonio Borrero Morano, más conocido como Chamaco.
Beauvoir explicó todas estas experiencias en dos libros de
memorias: La plenitud de la vida y La fuerza de las cosas. No
faltaron tampoco las preceptivas visitas a las montañas del
Tibidabo y Montserrat.