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La Rambla sí tiene quien le escriba
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Las Ramblas estaban más concurridas y delirantes que nunca
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Inspirándose en La RamblaLa relación del escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014) con Barcelona ha sido muy estrecha y fructífera. Llegó a finales de 1967 y permanecería seis años. Su agente literaria, Carmen Balcells, fue clave. Aquí escribiría El otoño del patriarca (1975). También exploraría la vida cultural y nocturna de la ciudad. La Rambla sería uno de sus puntos de interés, donde observó a “gringos despistados y suculentas suecas casi desnudas”. Una calle que incluyó en el cuento Sólo vine a hablar por teléfono.
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Viviendo la noche
Pese a vivir en la parte alta de la ciudad, como otros escritores del llamado Boom latinoamericano, no dejó de visitar los barrios más populares. José Donoso, Bryce Echenique o Mario Vargas Llosa compartirían espacios y recuerdos con la Rambla como telón de fondo. Las noches más sofisticadas se desarrollaban en la desaparecida discoteca Bocaccio de la calle de Muntaner. Los amigos catalanes también estarían a la altura de los sudamericanos; así, Josep Maria Castellet, los hermanos Goytisolo o Juan Marsé. -
"Bella, lunática e indescrifrable"Uno de los recuerdos que acompañaron al premio Nobel eran los cuplés que cantaba su abuela. De ahí que asistiera en Barcelona a un espectáculo en vivo protagonizado por la cantante española Sara Montiel. Estas piezas musicales las encontraba nostálgicas y tristes. Un sentimiento sobre el que reflexionaría mientras paseaba por la Rambla tras salir del teatro. Una noche mágica bañada de “una fragancia de rosas de mar” flotando en el ambiente. Todo ello en una ciudad que calificó de “bella, lunática e indescifrable”.


