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El poeta diplomático
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Una hora después estoy en el hervor de la Rambla
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El poeta 'Azul'El poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) fue bautizado como Félix Rubén García Sarmiento. Adoptaría el apellido del abuelo, con el que serían conocidos todos sus descendientes: los Darío. El escritor es el máximo representante de la poesía modernista. Compaginó la pasión por la literatura con el trabajo de diplomático. A todo ello habría que añadir las colaboraciones periódicas en prensa. Su libro Azul (1888) está considerado el pistoletazo de salida del movimiento modernista, que culminaría con la obra Prosas profanas y otros poemas(1896).
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Digna de menciónA finales de 1898 Darío llega a Barcelona. Un año muy importante para la historia de España, sobre todo tras la pérdida de las últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Todo ello lo retrató en su obra España contemporánea. Crónicas y retratos literarios (1901). El autor quedó prendado de La Rambla. Tanto, que nos dejó una de las descripciones más bellas del paseo: “Una hora después estoy en el hervor de la Rambla. Es ancha esta calle, como sabréis, de un pintoresco curioso y digno de nota, baraja social, revelador termómetro de una especial existencia ciudadana. En la larga vía, van y vienen, rozándose, el sombrero de copa y la gorra obrera, el smoking y la blusa, la señorita y la menegilda. Entre el cauce de árboles donde chilla y charla un millón de gorriones, va el río humano, en un incontenido movimiento. A los lados están los puestos de flores variadas, de uvas, de naranjas, de dátiles frescos de África, de pájaros”.
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De café en caféDarío fue un asiduo a los cafés de la ciudad. Así los describe: “En cada café andáis como entre un ópalo, pues estas gentes fuman como usinas”. Años después, recordaría lo escrito sobre Barcelona, con la perspectiva del tiempo: “Hablé de las fábricas y de las artes; de los ricos burgueses y de los intelectuales, del leonardismo, de Santiago Rusiñol y de la fuerza de Ángel Guimerá, de ciertos rincones montmartrescos, de las alegres ramblas y de las voluptuosas mujeres”. El poeta también fue asiduo de la mítica cervecería modernista Els Quatre Gats.


