Estas son las obras desconocidas de Gaudà que, aunque no estén dentro de los circuitos turÃsticos, también debes visitar.
Que la Sagrada Familia, el Park Güell o la Casa Batlló sean las obras más visitadas del genio modernista no quiere decir que sean las más impresionantes. El arquitecto no solo dejó huella en Barcelona, sino en otras ciudades como Comillas (Cantabria) o León. Estas son algunas de las obras desconocidas de Gaudà que también merece la pena conocer.
Cripta GaudÃ
La Cripta Gaudà de la Colonia Güell (Santa Coloma de Cervelló) es uno de los secretos mejor guardados del genio modernista. Empezó a construirse en 1898 y nunca se terminó, ya que el arquitecto abandonó las obras por motivos que se desconocen. Aun asÃ, en 2005 la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad. Su imponente diseño se debe, entre otras cosas, a que fue el laboratorio en el que ensayó las innovaciones que concebirÃan la Sagrada Familia.

Torre Bellesguard
Su verdadero nombre es Casa Figures y es un auténtico castillo de cuento de hadas a los pies del Tibidabo. Se construyó sobre los restos de la fortaleza de MartÃn I el Humano, que vivió aquà entre 1408 y 1410. Durante la Guerra Civil funcionó como orfanato y desde 2013 se puede visitar por dentro. Una joya gaudiniana lejos de las aglomeraciones que te encantará.

El Capricho de Comillas
Máximo DÃaz Quijano era un abogado vinculado a la familia Güell que habÃa hecho fortuna en Cuba. Aficionado a la música y la botánica, querÃa hacer gala de sus riquezas con un edificio de sus gustos y patrimonio. Por ese motivo encargó a Antoni Gaudà la construcción de un chalet modernista, que usarÃa como segunda residencia de verano. Las obras duraron desde 1883 a 1885 y el edificio se valió el sobrenombre de El Capricho debido a su aspecto exuberante. En 1969 lo declararon Bien de Interés Cultural, ya que, junto con la Casa Vicens, es uno de los primeros encargos importantes que recibió el arquitecto y muestra su etapa orientalista.

Casa Calvet
Situada en el Ensanche de Barcelona, se la considera la obra más conservadora de Antoni GaudÃ. Si bien no destaca por ser excesivamente llamativa, la gracia de este edificio se encuentra en los pequeños detalles y los acabados de la fachada. Fue un encargo del fabricante Pere Mà rtir Calvet y es un homenaje al barroco catalán. Se construyó con piedra de Montjuïc y en 1900 (un año después de su inauguración) el Ajuntament le concedió el premio a la mejor casa del año.

Jardins Artigas
A principios del siglo XX Eusebi Güell fundó en Castellar de Nuch (Barcelona) la primera fábrica de cemento de Cataluña, a la que se bautizó como Asland. Para hacerla funcionar habÃa que conseguir carbón de las minas de Catllarás, a más de 20 kilómetros. La distancia era tan larga que el conde Güell le encargó a Gaudà la construcción de un refugio de montaña para los ingenieros de las extracciones. Durante el tiempo que duraron las obras estuvo alojado en casa del industrial textil Joan Artigas. Como agradecimiento, le diseñó una versión a pequeña escala del Park Güell, unos jardines que se construyeron entre 1905 y 1906. Al igual que su hermano mayor, se integran con la naturaleza del paisaje y tienen sÃmbolos cristianos. Actualmente, son propiedad municipal y están abiertos al público.

Casa Botines
Viajamos a León, donde se encuentra la segunda obra que Gaudà proyectó fuera de Catalunya. En 1891 Simón Fernández Fernández y Mariano Andrés González Luna encargan a Gaudà un edificio que sirva de almacén comercial, tienda y residencia particular. Se conoce como Casa Botines por el apellido del fundador de la sociedad a la que pertenecÃan Fernández y Andrés, Juan Homs y Botines. Para diseñarla, Gaudà se inspiró en las fortalezas medievales y las ventanas de la Catedral de León. Hoy, es uno de los edificios más destacados de la ciudad.

Bodegas Güell
Eusebi Güell querÃa construir una bodega y pabellón de caza en unos terrenos que habÃa adquirido en El Garraf (Sitges). Las obras duraron entre 1895 y 1901 y forman parte del perÃodo neogótico que atravesó el genio.

Palacio Episcopal de Astorga
Es una de las obras desconocidas de Gaudà y el tercer proyecto que hizo fuera de Cataluña. Fue un encargo de su amigo el obispo Joan Baptista Grau i Vallespinós, ya que el anterior edificio habÃa sido arrasado por un incendio en 1886. Sobre estas ruinas proyectó un verdadero palacio de estilo neogótico. Se construyó entre 1889 y 1915 y hoy, es parada imprescindible de lo/as valientes que emprenden la Ruta Jacobea.
