Esta es la Barcelona mágica que se manifiesta en sus tradiciones, leyendas y misterios sin resolver.
¿Qué? ¿Barcelona mágica? Sí, lo que lees. No, el expreso de Hogwarts no pasa por Sants. Tampoco Merlín (el mago) ha alquilado un piso en Gràcia. Hablamos de la magia como esas artes ocultas que, sin explicación logres resultados sorprendentes. Como enamorarte de una ciudad a primera vista. La capital catalana consigue que en pocas horas quieras pasearte por La Rambla o perderte en el Born. Llámalo duende, encanto, hype… Pero es magia y no la puedes parar. Aquí algunas explicaciones.
Fascinación por el fuego
Pero no en un sentido pirómano de la expresión. Está presente en las verbenas y fiestas que se celebran en la capital: en forma de hogueras (especialmente en Sant Joan), correfocs, diablillos, fuegos artificiales…El fuego es devastador pero a la vez purifica y nos da luz. A Barcelona se la llegó a llamar la Rosa de fuego, ya que este protagonizó las grandes revueltas sociales de principios del siglo XX. Aunque ahora su fin es festivo, no olvida la importancia que las llamas tienen en su historia.
Modernismo catalán
Seguramente, al admirar la Casa Batlló, el Hospital de Sant Pau o el Palau de la Música, te hayas preguntado ¿De dónde salía tanta creatividad? ¿Cómo se les pudo ocurrir? Las malas lenguas apuntan a los alucinógenos o las bebidas espirituosas, las creyentes a una inspiración divina y las conspiranoicas, a sectas secretas.
Masonería
Hablando de organizaciones secretas, decían que Gaudí era masón y que como tal, dejó pistas en obras como el Park Güell o la Sagrada Familia. Es una teoría plausible ya que el grupo que domina el mundo en la sombra contaba en sus filas con grandes mentes como Mozart, Voltaire, Oscar Wilde o Victoria Kent.
Lo que sí está demostrada es que Barcelona hubo (y hay) masones y uno de sus lugares de culto es la Biblioteca Arús. Está plagada de referencias masónicas, como el compás y la escuadra o el mensaje Anima Libertas (libertad del alma) en la Estatua de la Libertad que la preside.
Leyendas
El fantasma de Canaletas que espantaba a las jóvenes, los brujos de la calle Tallers, las gárgolas de la Catedral de Barcelona…Por cierto, aquí trabaja el único exorcista en activo que queda en España.
Calle de Estruc
Un estrecho callejón de apenas 200 metros une las calles de Fontanella y Comtal. A simple vista no tiene nada de especial pero si te fijas, descubrirás símbolos y letras extrañas. En la Edad Media vivía aquí Astruc Sacanera (de ahí el nombre), un brujo que utilizaba una piedra especial llamada escurçonera para curar la rabia y las picaduras de víbora. No fue el único dotado de saberes extraordinarios. Aquí también vivió Bernard Granollacs, que ideó un método para determinar los tiempos óptimos para realizar purgas y sangrías basándose en las fases de la luna.
Carrer del Carme
Esta extensa calle tampoco se libra de la brujería. Aquí existió una de las tiendas de hechizos más famosas de la Barcelona del siglo XX. Estaba especializada en excrementos de animales, que brujos y nigromantes usaban para elaborar sus ungüentos. Tampoco faltaban los huesos de condenados (grasa de manos amputadas, restos de ahorcados) que, al parecer, servía para curar algunas enfermedades y fabricar unas velas que provocaban sopor, muy útiles para los ladrones. También era popular el ungüento de serpiente, que aún hoy puedes adquirir.
Murciélagos en el Passeig de Gràcia
Sí, el Passeig de Gràcia está plagado de ellos y puedes encontrarlos donde menos te lo esperas: en farolas, edificios, esculturas… Algunas teorías apuntan a que es la evolución natural del dragón de Sant Jordi. También está presente en el antiguo escudo de la ciudad y en el primero del Barça. De hecho, si nos remontamos aún más en el tiempo, hay leyendas que dicen que Jaume I los consideraba un símbolo de buena suerte. Vale, pero ¿qué hacen en el Passeig de Gràcia? ¿Esperar a Batman? Nadie sabe la respuesta.
Misterios del Liceu
La historia de este emblemático teatro tiene muchos cabos sueltos. Es más, dicen que está maldito. Se ha incendiado dos veces y ha sobrevivido a un ataque anarquista. Todos estos sucesos tienen una causa paranormal que se remonta al primer fuego que vivió, el de 1861. El edificio está construido sobre los restos de un antiguo convento. Las almas en pena de sus antiguos habitantes no veían con buenos ojos las bacanales que se celebraban sobre ellos por lo que decidieron darle un castigo a pecadores y pecadoras. Dicen que entre los escombros se encontró un papel que rezaba “Soy un búho y voy a solas, si lo volvéis a levantar, lo volveré a quemar”.
La calavera del Pont del Bisbe
Pese a su aspecto, el Pont del Bisbe no es gótico del todo, sino que lo diseñó Joan Rubió i Bellver en 1928. Era discípulo de Gaudí y cuando presentó el proyecto, se convirtió en la punching ball de la ciudadanía y algunos medios. Su respuesta fue colocar una calavera debajo del puente y dejar que se formaran leyendas en torno a ella; desde que es un cráneo de verdad hasta que si retiras la daga que la atraviesa, los edificios de Barcelona se derrumbarán. De momento nadie ha querido comprobarlo.
Fuente Màgica de Montjuïc
Y, en general, la estampa que forma con las Cuatro columnas al frente y el Palau Nacional a sus espaldas. Podría ser la entrada del mismísimo Olimpo. Visítala de 21:30 a 22:30, ya que ofrece un verdadero espectáculo de luz, música y color.
Imagen de portada: Photovaras