La Mona de Pascua es una tradición típica de Cataluña, Valencia y Murcia. Simboliza que las abstinencias de la Cuaresma se han terminado y que es momento de disfrutar.

Si has crecido en Barcelona, seguro que recuerdas la Mona de Pascua que te regalaban de pequeño/a. Es posible que también hayas repetido esa tradición con tus hijos. Es una delicia ver cómo se manchan los morros de chocolate y juegan con los muñequitos que acompañan a su regalo ¿Alguna vez te has preguntado por qué tienen forma de huevo? ¿Y la razón de las plumas de colores y los pollitos? ¿O por qué se llaman Mona si no tienen nada que ver con los simios?

La Mona de Pascua es un dulce de Semana Santa típico de Cataluña, la Comunitat Valenciana y Murcia. La tradición dice que el padrino o el abuelo se la regalen a sus ahijados el Domingo de Pascua para comérsela en familia el Lunes de Pascua. La típica es una coca o rosca con huevos en su interior. Según los historiadores, en el siglo XV ya había Monas. Por cierto, se llaman así porque proceden del término árabe mûna, que quiere decir regalo o provisión de comida. Los moriscos solían entregársela a sus señores para celebrar que la Cuaresma había terminado.

Mona de Pascua | Fuente: thermomix.
Monas muy ‘monas’

Hoy, las Monas de Pascua no pueden tener un aspecto más apetitoso. Son verdaderas construcciones de repostería que enamoran a niños y mayores. Ellos pueden zamparse a Nemo, la Patrulla Canina o a Doraemon y los más canosos retroceder en el tiempo de la mano de El Señor de los Anillos o Star Wars.

Una de las Monas más esperadas es la que diseña la pastisseria Escribà todos los años. Esta vez el protagonista es BB-8, el simpático robot de las películas nuevas de Star Wars (o el R2D2 de los millennials). Si quieres ver la buena pinta que tiene, dirígete desde La Rambla a su pastelería en Gran Vía 546 y empieza a babear.

Mona de Pascua.
La Mona BB8 de Escribà | Fuente: Betevé.