La calle Tallers es una de las zonas más populares en Barcelona por sus tiendas de discos y moda rockera. Sin embargo, tiene un pasado muy oscuro…
Hoy día la calle Tallers es sinónimo de discos de vinilo, botas con tachuelas y música en directo. No siempre ha tenido esa buena fama. Forma parte de la leyenda negra de Barcelona por dos motivos. Primero, aquí actuó Enriqueta Martí, conocida como La Vampira del Raval. El segundo tiene que ver con el gremio de los cordeleros y su vinculación a las artes oscuras…
La calle Tallers era la calle de los gremios y talleres de artesanos. Pero su nombre no solo viene de ahí, sino de los establecimientos de cortadores (tallar en catalán es cortar). Estos se referían a dos grupos estigmatizados en la Edad Media: carniceros y cordeleros, fabricantes de cuerda. Al igual que judíos y gitanos (confinados al Raval), ambos se asentaban fuera de las murallas y aprovechaban el agua que discurría de La Rambla, que aún era un torrente.
Los cordeleros eran repudiados por una sencilla razón: fabricaban las cuerdas que se usaban, en otras cosas, para los ahorcamientos en Pla de l’Os. La familia de los ajusticiados les culpaba del destino de sus seres queridos. Aunque si tenían dinero, acudían a ellos para que fabricasen cuerda defectuosa, ya que si durante la ejecución esta se rompía, la persona quedaba libre.
Cuerdas hechas con cannabis
Los cordeleros fabricaban la cuerda con el cáñamo que se cultivaba en lo que hoy es Glòries y La Llacuna. Aunque el cannabis no era alucinógeno, tenía efecto en su reputación y salud mental. Respecto a lo primero, las malas lenguas pregonaban que eran brujos y hechiceros, que de sus escupitajos salían gusanos. En cuanto a lo segundo, los efectos de las plantas hicieron que algunos creyeran tener esos poderes mágicos. Vamos, que iban por la vida con un colocón de narices. Ya se sabe que en la Edad Media las cosas pasaban por culpa de Dios o el Demonio y claro, la Biblia no habla de plantaciones de cannabis en las nubes.
Siglos más tarde, donde hoy se sitúa el pub irlandés The Shamrock, encontraron huesos y cabellos rubios pertenecientes a dos niñas pequeñas. Era uno de los pisos en los que operaba la supuesta Vampira del Raval, acusada de secuestrar y matar infantes para elaborar pociones con sus cadáveres. Historia que, por cierto, es más leyenda que realidad…