Este miércoles 17 de octubre a las 18:30 tendrá lugar la ceremonia de entrega de los galardones Ramblista de Honor 2018.

Como cada año desde 1962, la Festa del Roser toca a su fin con la entrega del galardón Ramblista de Honor. Es un reconocimiento a las personas, empresas e instituciones que, con su esfuerzo y dedicación, han contribuido a mejorar, promover y divulgar el espíritu de Barcelona y La Rambla. Los premiados de esta edición son el escritor y periodista en lengua catalana Josep María Espinàs, la fotógrafa Isavel Steva (“Colita”) y el histórico Teatre Poliorama. La ceremonia, presidida por la alcaldesa Ada Colau, se realizará a las 18: 30 en el Saló de Cent del Ajuntament de Barcelona.

la rambla
Intervención floral en el Mosaico de Miró por la Festa del Roser.

 

El jurado que ha elegido a los Ramblistas de Honor de este año está compuesto por representantes de la sociedad barcelonesa. Es decir, Ignasi Aragay, Lluís Bassets, Alicia Berlanga, Sergi Dòria, Núria Llorach, Xavier Marcé, Joan Oliveras, Enric Pantaleoni, Àlex Salmon, Vicent Sanchis, Ramón Suñé, Roser Tiana, Neus Tomás, Sergi Vicente y el presidente de Amics de La Rambla, Fermín Villar. Es posible que este último vuelva a alertar a la alcaldesa sobre la “situación de urgencia” que vive el paseo y, en general el distrito de Ciutat Vella.

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‘Una flor, un desig’, la intervención floral que cada año llena la entrada del Palau de la Virreina de buenas intenciones.
Una fiesta sostenible

La Festa del Roser no solo se despide con un mensaje de reivindicación de La Rambla en flor, sino de sostenibilidad. Si has recorrido el paseo en los últimos días, te habrás dado cuenta de las intervenciones y decoraciones florales que adornaban sus paradas más emblemáticas, como el Monumento a Colón, el Liceu o el Palau Moja. Todas las flores se replantarán en distintos espacios de la ciudad.

La Rambla en flor
La Rambla en flor | Ajuntament de Barcelona.

 

En cuanto a Flors Maria, la histórica parada que, hasta la Festa del Roser, se enfrentaba a un futuro incierto, tendrá una segunda vida como formación para formar a personas en paro o riesgo de exclusión social para que promuevan la venta de flores. Un arte que, si no se riega y cuida con mimo, podría desaparecer del emblemático paseo.

 

Imagen destacada: Ferran Nadeu / Amics de La Rambla