El Señor Invierno inaugura la Navidad en Barcelona, que ya brilla con el espíritu de las fiestas.
Ayer, más de una persona se llevó una sorpresa al salir a la calle y encontrarse las luces de Navidad a todo voltaje. Barcelona vuelve a ponerse guapa y elegante como solo ella sabe. Eso sí, desde la sostenibilidad, ya que en los últimos años el alumbrado se ha reciclado y las nuevas incorporaciones cuentan con la colaboración de vecinos y comerciantes. Por eso, las calles del Raval brillan con personalidad propia, las palomas de la paz han vuelto a La Rambla y la Gran Vía tiene onomatopeyas (ya sabes, fun, fun fun, ñam ñam ñam, chin chin chin).
La iluminación navideña cubre más de cien kilómetros de calles y se encenderán todos los días a partir de las 18:00. De domingo a jueves se apagan a las 23:00 y los viernes y sábados a medianoche. En el caso de los días especiales, en Nochebuena dejarán de lucir a la una de la madrugada, en Navidad a las 24:00 y la Noche de Reyes a las dos de la mañana.

Barcelona dio la bienvenida a la Navidad desde el distrito de Sant Martí, en el cruce de las calles de Guipúscoa con Julián Besteiro. Fue un momento mágico protagonizado por el Señor Invierno y su Libro de las cosas pequeñas, los hilos conductores de estas fiestas. Este “señor” de cuatro metros fue recibido por la alcaldesa Ada Colau entre petardos, música y poesía. El 21 de diciembre volverá a la Plaça de Catalunya para dirigir la Ciudad de las Sonrisas, un lugar repleto de ilusión y actividades para toda la familia.
