Los premios Oscar y, en concreto el de mejor película de habla no inglesa, conocido popularmente como mejor película extranjera, ha sido concedido cuatro veces a películas presentadas por la Academia del Cine Español, de las cuales dos se han rodado parcialmente en Barcelona. Tal como comentamos en el artículo del mes de marzo, Todo sobre mi madre de Pedro Almodóvar lo consiguió en el 2000 y posteriormente, en el 2005, lo alcanzó Mar adentro, precisamente, la película protagonista de este nuevo artículo.

Una historia con gran trascendencia social

Alejandro Amenábar, después de sus tres primeras películas dedicadas al thriller y a la intriga psicológica, en Mar adentro cambió radicalmente de temática, presentando un film arriesgado sobre un tema social de enorme trascendencia como es la eutanasia. Para ello, se basó en la historia real de Ramón Sampedro,  un gallego dedicado al mar, que se quedó tetrapléjico tras un accidente en su juventud y que permaneció casi 30 años abatido y sin movilidad en la cama de su habitación. De hecho, fue la primera persona en España que pidió la eutanasia (ilegal entonces y ahora), la cual le fue denegada en 1973. Tras más de 25 años de sufrimiento, en 1998 murió al injerir cianuro potásico, ayudado por su amiga Ramona Maneiro.

Aún con la polémica viva, no solo por su fallecimiento, sino también por la búsqueda infructuosa de la justicia española por encontrar los cómplices de su muerte (más de 2.000 personas se confesaron públicamente como responsables de haber dado la dosis mortal a Sampedro), Alejandro Amenábar y Mateo Gil decidieron escribir el guion de esta emotiva y dura historia. La película, dirigida por Amenábar, se rodó durante 12 semanas, de octubre a diciembre del 2003, principalmente en Galicia, pero también en Barcelona y en S’Agaró (Costa Brava). Entre los actores y actrices participantes destaca especialmente Javier Bardem, en una magnífica y convincente interpretación de Ramón Sampedro, así como Belén Rueda, Alberto Jiménez, Clara Segura y Francesc Garrido que rodaron diversas secuencias en Barcelona.

Premios: del Oscar a los 14 Goyas

La película se estrenó en España el 4 de septiembre del 2004 y posteriormente (sobre todo durante el 2005) en más de 40 países. Tuvo un gran reconocimiento de la crítica y del público, recaudando 38,5 millones de dólares en todo el mundo. Entre los premios otorgados por festivales y academias cinematográficas destaca el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. La ceremonia del 2005 se celebró el 27 de febrero en el Dolby Theatre Hollywood (entonces conocido con el nombre de Kodak) de Los Ángeles, y el premio fue entregado por la actriz norteamericana Gwyneth Paltrow. Las primeras palabras del director, al recibir el galardón, fueron: “muchas gracias, esta película está basada en un hombre que a pesar de su deseo de morir, repartió tanta vida a su alrededor”. Otros galardones destacados fueron el Globo de Oro a la mejor película extranjera, el de mejor director y actor para Amenábar y Bardem respectivamente en los premios del Cine Europeo, el León de Plata del Festival de Venecia y los 14 premios Goya (cifra que aún es el record de galardones para una película en los premios de la Academia del Cine Español).       

Mar adentro y Barcelona  

Aunque el protagonismo escénico recae, como no podía ser de otra manera, en diversas localizaciones gallegas, Barcelona también tiene su cuota de presencia. De hecho, una de las personas que mayor difusión dio a la historia de Ramón Sampedro fue la periodista catalana Laura Palmés. A finales de los ochenta, a esta excelente periodista se le diagnosticó que tenía esclerosis múltiple, una terrible enfermedad degenerativa que va lesionando lentamente el sistema nervioso central. A pesar del deterioro físico causado por la enfermedad, decidió viajar a Galicia y entrevistar a Ramón Sampedro. Este encuentro culminó  con el reportaje Eutanasia: morir para vivir, con el que ganó en 1994 el Premio Ciudad de Barcelona, uno de los galardones con más prestigio del periodismo catalán. Sin duda, la repercusión mediática del reportaje fue una fuente de inspiración para la película Mar adentro, así como el libro de Laura Palmés Darrera les palmeres (Detrás de las palmeras), publicado en 1995.   

Así pues, parece lógico que en la película de Amenábar haya un personaje como el interpretado por Belén Rueda, directamente inspirado en Laura Palmés (fallecida en el 2011). En el film, la actriz es Julia, una abogada que padece CADASIL, una enfermedad de las arterias menores del cerebro que produce múltiples infartos en sus partes más profundas, y que decide apoyar la lucha para morir dignamente de Sampedro. En la ficción, Julia y su marido Germán (interpretado por Alberto Jiménez) viven en el número 8 de la plaza Reial. En varios momentos vemos a la pareja en su amplio salón y a ella, ya bastante enferma, sentada al lado de una de los grandes ventanales que dan a la plaza, con las características palmeras al fondo. Este magnífico piso es propiedad del arquitecto y urbanista Oriol Bohigas. Curiosamente, este mismo piso fue utilizado por el director Ventura Pons en 1996 para ambientar algunas secuencias de su película Actrius.     

Por segunda vez, y esperamos que no sea la última, Barcelona triunfó en los premios Oscar, gracias a una película valiente, comprometida y siempre necesaria. A veces la ficción puede ser el mejor vehículo para conocer la realidad de nuestro entorno y, a su vez, sensibilizar a la sociedad de que la vida (y la muerte) pueden ser de otra manera.

Eugeni Osácar, profesor titular del Campus de Turisme, Hosteleria i Gastronomia CETT-UB. Doctor en Didáctica de las Ciencias Sociales y del Patrimonio por la Universitat de Barcelona, es experto en turismo cultural y turismo cinematográfico. Entre sus múltiples publicaciones destaca el libro “Barcelona, una ciudad de película” (2018). Se trata de una nueva edición revisada y ampliada, con cinco nuevos capítulos.