En la calle de la Cera hay un mural que homenajea a los grandes de la rumba catalana ¿Sabes quiénes son?

Dicen que los tiempos difíciles son perfectos para el arte. Sin Guerra Civil no se habría pintado El Guernica. Quizá la Renaixença no hubiera sido tan gloriosa si la cultura catalana no se hubiera reprimido con tanta crudeza. Y sin embargo, hoy forman parte de nuestra identidad cultural. Se puede decir lo mismo de la rumba catalana. Este género musical nació de la pobreza y la marginalidad, en una época en la que todo estaba prohibido, el Franquismo.

El discutido origen de la rumba

La rumba catalana es un género musical que fusiona la rumba flamenca con influencias de la música cubana y el rock and roll. La figura más recordada de la rumba catalana es Peret. Aunque se diga que es el padre del género, existen miles de teorías sobre el verdadero origen de la rumba catalana. El colectivo gitano de Barcelona asegura que surgió en la calle de la Cera en los cuarenta, de la mano de un gitano apodado El Orelles (el orejas), que amenizaba las fiestas del (por aquel entonces) Barrio Chino.

Otra teoría destacada señala a El Toqui, que amenizaba las bodas gitanas tocando la guitarra de una forma particular. Hay quien apunta a que el ritmo primigenio lo puso Joan González, conocido como El Polla y hermano del Pescaílla, uno de los grandes del género. Fue durante una actuación en la taberna flamenca El charco de la Playa con un marinero sudamericano que le acompañaba con el bongo. Ambos improvisaron el ritmo primigenio de la rumba, al que el mismo Pescaílla añadiría su toque personal.

rumba catalana
El Raval, la cuna de la rumba.

 

Peret, ¿el padre?

Por supuesto, Peret también está entre los posibles candidatos a la paternidad de la rumba. En aquella época vivía en Portal de Barcelona y se interesó por el ritmo de los hermanos González. Frecuentaba la sala de fiestas Rialto, donde bailaba mambo vestido de rockero. Se quedó con la copla y le añadió el rock de los sesenta, dando lugar al sonido que le llevaría a la fama.

 

La ‘marca Cataluña’ del Franquismo

Aunque la calle de la Cera sea el escenario principal en el que se desarrolló la rumba catalana, ninguno de sus posibles padres nació ahí. El Pescaílla (que se casaría con Lola Flores) y El Polla provenían de una familia gitana de Gràcia y Peret, de Mataró. El verdadero nombre de este era Pere Pubill i Calaf y sería él quien sacaría a la rumba de la marginación para convertirla en un hit. El propio Franco se adueñó del género para venderlo como parte de su España eterna. Eso hizo que a la muerte del dictador el hype por la rumba catalana se desinflase. Payos y  payas abandonaron la calle de la cera y el género entró en decadencia. Aun así, las guitarras de dos rumberos históricos continuaban sonando, las de Gato Pérez y Mallito.

Ella tiene poder

Y cuando la rumba había quedado relegada a un Borriquito como tú enlatado en un after del Raval, llegaron las Olimpiadas. Así, demostraron que no estaba muerta, estaba de parranda. El género se relanzó por todo lo alto para cantar a los cuatro vientos el poder de Barcelona y el Amics per sempre de Los Manolos. Barcelona se reconcilió con la alegría rumbera y la calle de la Cera volvió a ser territorio multimusical.

Los Juegos Olímpicos lo cambiaron de todo. La rumba se convirtió por sí sola en uno de los pilares de la cultura catalana. Con los años han ido surgiendo grupos que la han versionado con otros estilos musicales o han procurado mantener su esencia. Ejemplo de ello son Gertrudis, Muchachito, Manel, Ojos de Brujo, Gipsy Kings, Los Chichos, Bongo Botrako , La Pegatina o Txarango.

 

El ‘paseo de la fama’ de la Cera

Algo tan grande como la rumba catalana merecía un homenaje en la calle que la vio nacer. Por eso, a finales de 2017 se inauguraron dos murales en El Raval en honor a los grandes maestros del género. Están en los números 6 y 57 de la calle de la Cera y retrata a personajes míticos como L’Orelles, el Chacho, Ramonet o Peret, así como fragmentos de canciones, guitarristas, bailarinas y palmeros que le han dado ritmo.