La Catedral de Barcelona es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Sin embargo, aún guarda secretos y datos curiosos que no todo el mundo conoce ¿Te animas a descubrirlos?

Uno de los errores más comunes que cometen las personas que no conocen la ciudad es creer que la Sagrada Familia es la Catedral de Barcelona. Nada más lejos de la realidad. La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Santa Cruz y Santa Eulalia se construyó entre los siglos XIII y XV y constituye nuestra joya del Gótico más preciada. Está dedicada a la Santa Cruz y a Santa Eulalia y a lo largo de todos estos siglos, ha sido testigo ciego de toda clase de acontecimientos históricos. Si sus muros hablasen soltarían de todo. De momento, estos son los secretos que se les ha podido sonsacar.

1. La fachada de la Catedral de Barcelona no se terminó de construir hasta el siglo XIX, por lo que es de estilo neogótico. Si, puede decirse que tardó seis siglos en terminarse, marca que la Sagrada Familia no va a superar (esperemos).

2. Se levanta sobre una basílica paleocristiana de la época de los visigodos. Sus restos pueden verse en el Museo de Historia de Barcelona, en los subterráneos de la Catedral. Por cierto, los primeros domingos de mes la entrada es gratuita.

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La basílica paleocristiana sobre la que se levanta la Catedral de Barcelona.

 

3. Santa Eulalia es la copatrona de Barcelona junto con la Virgen de la Merced. Ella era una niña de 13 años que se rebeló contra la persecución a los cristianos durante el siglo III D.C. Cuentan que ante ese acto de insolencia, el gobernador de Barcino la sometió a trece martirios, tantos como años tenía. El último fue crucificarla en una cruz con forma de aspa, el emblema de la catedral y el símbolo de la diócesis.

En la Catedral de Barcelona hay unicornios

4. Por eso, en el claustro de la Catedral de Barcelona, hay trece ocas, una por cada uno de los castigos que sufrió la santa.

5. Más cifras. También hay 250 gárgolas que encarnan a las brujas y los malos espíritus. Según la leyenda, se les convirtió en piedra por reírse de la procesión del Santo Sacramento realizada durante el Corpus Cristi. Tienen formas algo macabras, entre las que destacan el toro, el elefante y el unicornio (sí, ya estaba de moda en el siglo XIX).

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Unicormios: de moda desde 1867 | Fuente: La Vanguardia.

 

6. Una de las tradiciones de Barcelona es la del L’Ou com balla el día del Corpus Cristi. Consiste en hacer bailar un huevo en los surtidores de las fuentes situadas en los claustros. Se desconoce si empezó a hacerse como una exaltación de la eucaristía-en la que el huevo representa la ostia sagrada y el agua de la fuente el cáliz- o como forma de pasar el rato hasta que pasara la procesión del Corpus.

Aquí trabaja el exorcista

7. Otro de los motivos por los que a Catedral está envuelta en un aire de misterio es su relación con los exorcismos. Dicen las malas lenguas que sus paredes han visto al demonio varias veces. De hecho, aquí está Juan José Gallego, uno de los pocos exorcistas que quedan en España.

8. Tiene 21 campanas con nombre de mujer y cada una de ellas tiene una anécdota interesante que contar. La Tomasa, por ejemplo, es la campana más grande y suena en las ocasiones más solemnes. A Honorata, por su parte, la fundieron en 1717 porque la habían hecho sonar durante los levantamientos contra Felipe V. Las otras son la Mercè, la Montserrat, la Antònia, la Dolors, la Gregòria, la Narcisa, la Paciana, la Angélica, la Servera y la Oleguera.

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Interior de la Catedral de Barcelona.

 

9. En el museo de la Catedral de Barcelona se expone el trono de oro del  Martín I el Humano, que fue soberano de la Corona de Aragón entre 1396 y 1410. Es un símbolo de poder codiciado. De hecho, el mismo Adolf Hitler intentó hacerse con él para su colección personal.

10. También hay una puerta que no lleva a ninguna parte. Tal cual lo leéis. Se construyó para que el rey Martín I el Humano pudiera trasladarse del Palau Reial Major a la Catedral de Barcelona sin que nadie le molestase