La Rambla se llena de homenajes a las vÃctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils en el primer aniversario del 17A.
17 de agosto de 2018. Ha pasado un año y, como bien comenta el presidente de Amics de La Rambla, FermÃn Villar, La Rambla sigue llena de vida. Un año después es momento de recordar, pero también de reivindicar que Barcelona es una ciudad de paz; una ciudad integradora, abierta, plural, recuperada de las heridas y sobre todo, valiente.
Este ha sido el mensaje que se ha querido transmitir en los actos de conmemoración a las vÃctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils. Han comenzado a primera hora de la mañana con un acto institucional en el Ayuntamiento con el president Quim Torra, los miembros del Govern y los familiares de las vÃctimas. No todos han decidido venir —la familia de Pau Pérez, la vÃctima número 15, ha preferido vivir la jornada en la intimidad.
Desde ahà han descendido la calle Ferran hasta La Rambla, cortada al tráfico para la ocasión. La comitiva de familiares, secundada por personalidades polÃticas, militares y del cuerpo de seguridad del Estado se ha dirigido al Mosaico de Miró, donde se detuvo la furgoneta que ejecutó el atropello masivo. Tres macetas de los mismos colores de la obra, que simboliza la bienvenida de Barcelona a los viajeros y extranjeros que la recorren, les esperaban. Entre aplausos, han colocado unas flores como recuerdo a lo/as que ya no están.  Han sido unos minutos de silencio, interrumpido cada poco por los flashes de las cámaras, los ruidos de los abanicos o alguna conversación en voz baja. Los asistentes recordaban dónde estaban el 17 de agosto de hace un año a las 17:00 y se lamentaban de las personas que habÃan vivido el ataque.
Un acto para el recuerdo
Ascender por La Rambla hasta Plaça de Catalunya, donde el acto oficial estaba previsto para las 10:30, ha sido un sobreestÃmulo de mensajes. Los Mossos vigilando cada movimiento, los puestos de flores vendiendo rosas y lirios para el memorial de Pla de l’Os, carteles pidiendo paz, crespones y gestos de cariño. Desde Amics de La Rambla se rogó que no se politizara el acto, lo que no se ha cumplido del todo, ya que se han desplegado pancartas de protesta por la presencia de Felipe VI, los polÃticos que están en prisión o en contra de las armas.
Barcelona, ciutat de pau
La Plaça de Catalunya estaba llena de gente, seguridad y rodeada por vallas y cordones policiales. HabÃa un escenario con el mensaje Barcelona, ciutat de pau. El homenaje ha comenzado con trece minutos de retraso, con el alumnado de las Escolas Municipals de Música han interpretado El Cant dels Ocells, de Pau Casals. Lo ha presentado la periodista Gemma Nierga como un momento de recuerdo, reconocimiento y agradecimiento a los servicios, ciudadanos y ciudadanas que protegieron y atendieron a las personas afectadas por los ataques. Acto seguido, ha hecho subir a siete personas de diversas convicciones religiosas para leer un fragmento de Las campanas doblan por ti, de John Donne. Luciendo la camiseta blanca de Barcelona ciutat de pau, lo han hecho en catalán, castellano, alemán, italiano, francés, portugués e inglés, los idiomas de las vÃctimas mortales. Este ha sido el texto.
Ningún hombre es una isla entera por sà mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.
«Nunca preguntes por quién doblan las campanas»
Tras la lectura, la música ha vuelto a sonar para interpretar cuatro canciones que se convertirán en los himnos de paz y esperanza de este primer aniversario: Somewhere over the rainbow, Imagine, Hallelujah y Qualsevol nit pot sortir el sol. El acto ha terminado con los Reyes y Pedro Sánchez acercándose a los familiares, en primera lÃnea del escenario. Entre los aplausos se han escuchado tÃmidos gritos de No tinc por, el mensaje que, hace un año, hizo temblar Barcelona desde ese mismo escenario.
A las 11:15 ha finalizado el acto y Barcelona recupera la normalidad. O casi, ya que tristemente, esta fecha ya no pasará desapercibida en el calendario. A lo largo del dÃa, multitud de personas colocarán una flor, objeto o mensaje de recuerdo en el memorial en Pla de l’Os. Pasear por La Rambla y sus alrededores es un constante desfile de mensajes de paz, valentÃa y apoyo a las vÃctimas y sus familiares. Quien va en metro, que a las 12:00 ha parado su servicios durante un minuto como señal de respeto, se encuentra que las pantallas no indican el tiempo de espera de los trenes, sino Barcelona ciutat de pau en varios idiomas. Las campanas repican, los crespones negros cuelgan de las camisas, las conversaciones sobre lo vivido hace un año son una constante. Hay pronóstico de lluvias para este viernes y el sábado, quizá sea la forma que tiene la ciudad de llorar a lo/as que faltan. Barcelona es valiente, pacÃfica, acogedora, plural, cultural y poderosa pero, ante todo, humana.