Por fin es viable pasear salir sin morir de bochorno.Piérdete por algunos jardines y parques en Barcelona y aprovecha las buenas temperaturas pre otoñales.

Hay muchos jardines y parques en Barcelona que son completos desconocidos para turistas y locales. Aprovecha que las temperaturas se suavizan para descubrirlos ¿Nos falta alguno?

Jardins del Palau Robert

La ruta por los jardines más hermosos de Ciutat Vella empieza aquí, en el Palau Robert. Son, sin duda, una de las zonas más verdes de la ciudad. Destaca no solo la abundancia de su vegetación, sino la variedad de árboles, flores y helechos que lo conforman. Es un lugar con vida propia, ideal para entrar en contacto con la naturaleza sin salir del centro. Además, el Palau Robert es un edificio de principios del siglo XX que hoy funciona como sede de varias exposiciones de arte contemporáneo. Un lugar por el que merece la pena dejarse caer.

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Jardins del Palau Robert.

 

Jardins de la Universitat

Baja en dirección al mar, hasta Urquinaona, y te toparás con los Jardins de la Universitat de Barcelona, uno de los lugares más singulares de la ciudad. Un espacio pequeño pero que cuenta con casi 250 especies de plantas ¡Casi nada! Parece que estés en un vivero al aire libre. Su claustro neoomedieval da la bienvenida a todo el mundo, seas estudiante, familia o paseante curioso.

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Jardins de la Universitat.

 

Jardins de Rubió i Lluch

A pocos pasos de La Boqueria se encuentran los Jardins de Rubió i Lluch, que son el patio del antiguo Hospital de la Santa Creu y la Casa de la Convalescència. Son un oasis de oxígeno y tranquilidad en medio del trajín habitual de La Rambla. Lo más destacable del recinto es que aúna varios estilos arquitectónicos que van desde el siglo XV hasta el XVIII.

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Jardins de Rubió i Lluch | Fuente: Oh-Barcelona/Flickr.

 

Parc de la Ciutadella

Los madrileños lo comparan con su Retiro y aunque aquí no encontrarás un estanque con barquitas, ya quisieran tener en la capital la grandiosa fuente que corona la Ciutadella. Construido a finales del siglo XIX, fue el primer parque público de la ciudad. Un verdadero museo al aire libre en el que toparás con esculturas y estatuas de los arquitectos más representativos del modernismo catalán, así como el palacio del Parlament de Catalunya o el Museo de Zoología.

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Cascada Monumental del Parc de la Ciutadella.
Jardí de la Casa Ignacio Puig

Es otro de los jardines secretos que hay cerca de La Rambla, concretamente entre el Liceu y La Boqueria. Es impactante la tranquilidad que se respira en este oasis rodeado de césped, árboles y magnolias. Lleva ahí desde 1861 pero es tan desconocido que es fácil que puedas disfrutarlo sin interrupciones.

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Jardí de la Casa Ignacio Puig.

 

Parque de la España industrial

Se levanta sobre los cimientos de la antigua fábrica textil La España Industrial, fundada en 1847 y una de las fábricas más importantes de la época. El parque se inspira en los cuatro elementos- agua, tierra, aire y fuego- para dar lugar a su original aspecto. Además de sus torres de iluminación características, destacan la escultura de El Dragón que funciona a su vez de tobogán y el lago artificial, que se puede recorrer en barca.

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Fuente: Ayuntamiento de Barcelona.
Jardins del Baluard y el Portal de Santa Madrona

Al lado de las Drassanes Reials tienes estos populares jardines de Barcelona. Se sitúan justo al lado de la antigua muralla de la ciudad, que data del siglo XIV. Ahí está el Portal de Santa Madrona,  una de las puertas medievales mejor conservadas de la ciudad. Por cierto, solo pueden visitarse los primeros y terceros domingos de mes.

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Jardins del Baluard | Fuente: Museu Marítim de Barcelona.

Otros jardines de Barcelona que merecen la pena

Fuera de Ciutat Vella hay espacios verdes que están hechos para perderse, enamorarse y desconectar de esta sociedad impaciente y sobreestimulada. En Sarrià-Sant Gervasi están los Jardines de la Tamarita, uno de los lugares más románticos de Barcelona. Te traslada a esos tiempos en los que la alta burguesía catalana construía imponentes jardines junto a sus mansiones. Esto lo convierte en un vivo ejemplo de jardín privado convertido en público. En Sants-Montjuïc tienes los extensos Jardins del Laribal, una delicia para pasear cuando llega el buen tiempo. Su colorida flora y el sonido del agua de las cascadas lo corroboran. En Horta, junto al laberinto, tienes el Palau de les Heures o Casa Gallart. Si quieres sentirte como Kirsten Dunst paseando por Versalles en Maria Antonieta, es lo más cercano que encontrarás por aquí. Por último, los acérrimos a Indiana Jones pueden buscar el Santo Grial (o la desconexión absoluta, algo casi igual de imposible de encontrar) en el Jardín Botánico Histórico de Barcelona. No te preocupes, aunque se parezca a la isla de Parque Jurásico, te aseguramos que de aquí no saldrá ningún T-Rex entre los arbustos. Palabrita de John Hammond.

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Jardines de la Tamarita.