El Ayuntamiento de Barcelona ya ha empezado los trámites para condecorar a Montserrat Caballé con la Medalla de Oro de la ciudad.
El Comisionado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Subirats, ha confirmado que se han iniciado los trámites para dedicar una calle a Montserrat Caballé, fallecida el pasado 6 de octubre. Lo ha hecho durante la comisión municipal de Derechos Sociales tras la intervención del concejal del PP Alberto Villagrasa, que pedía conceder una calle a «esta barcelonesa universal, como reconocimiento de su trayectoria artística».
Subirats le ha contestado con el anuncio de que el Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado los trámites para galardonar a la diva con la Medalla de Oro de la ciudad. Normalmente hay que esperar cinco años para dedicar una calle a título póstumo pero con la mencionada condecoración, este paso se puede omitir.
La petición de dedicarle una calle a Montserrat Caballé encaja con los planes del Ayuntamiento de feminizar Barcelona. Es decir, aumentar los nombres de mujeres en el callejero barcelonés, que actualmente representan el 7,5% de los personajes que aparecen en el nomenclátor.
¿Y Peret pa’cuándo?
Existe un debate sobre el lavado de cara que debería hacerse (o no) Barcelona en cuanto a nombres de calles o monumentos que rinden homenaje a personajes asociados al franquismo, el esclavismo (véase la polémica con la estatua del Marqués de Comillas) o incluso el lago de los Borbones. En ese último sentido, el consistorio se encuentra estudiando el cambio de, por ejemplo, el passeig de Joan Borbó, la plaza de Joan Carles I o la avenida Maria Cristina ya que “esta dinastía no ha destacado por la defensa de los valores de las libertades generales de los catalanes”. La frase de Esquerra Republicana.
No obstante, sí hay personajes que han destacado por posicionar Cataluña o Barcelona en el mapa y difundir sus valores y tarannà. Uno de ellos es Peret, uno de los padres de nuestra rumba. Dejando aparte que aún no tiene su calle, familiares, amigos y vecino/as han iniciado una campaña para dedicarle una estatua en la Ronda de Sant Pau, donde pasó buena parte de su vida.