Las rebajas de enero han empezado y con ellas, tus ganas de echarte a la calle a la caza de la mejor ganga.

Las rebajas despiertan nuestros instintos más asesinos. Los tuyos y los de todas esas personas que abarrotan las calles de La Rambla en busca y captura de las mejores ofertas. Por muy civilizado que creas ser, en esta época del año te transformas un poquito y haces cosas que en circunstancias normales criticarías. Estas son…

1. Empujar: la buena educación no tiene cabida en tiempos de rebajas. Eres capaz de todo con tal de conseguir la preciada ganga, ya sea empujando, pisando, o no dejando salir antes de entrar.

 

2. Comprar más de la cuenta: los descuentos te pierden y por eso, es peligrosamente fácil que se te vaya de las manos. Así es como terminas con el armario lleno de camisetas a las que aún no le has quitado la etiqueta.

 

3. Comprar lo que no necesitas: solo querías un abrigo y al final, tienes de todo menos eso. Como cuando miras el móvil para ver la hora y terminas subiendo un stories a Instagram de tu aperitivo.

 

4. Esperar: mucho. Normalmente no tienes tanta paciencia pero en rebajas asumes tu realidad y permaneces en la cola el tiempo que haga falta. Total, para que luego el descuento sea de dos euros…

 

5. Pasar por delante de una tienda las veces que haga falta solo para comprobar si han rebajado más lo que te quieres comprar.

rebajas

 

6. Inventarte cien excusas para comprarte algo nuevo: “lo necesito”, “un día es un día”, “hay que cuidarse de vez en cuando”…¿Te suena?

 

7. Entrar en una tienda “solo para mirar” y arrasar: el “echo un vistazo cinco minutos y salgo” puede convertirse en el peor enemigo de tu bolsillo.

 

8. Comprar ropa de nueva colección: lo que hay rebajado o no te convence o es más feo, así que acabas picando.

 

9. Gastar por encima de tus posibilidades: en rebajas eres capaz de esquilmar la tarjeta de crédito a sabiendas de que el próximo mes solo comerás arroz.

 

10. Odiar: al dependiente que te dice que “si no está fuera, es que no queda”, a la persona que se ha llevado los pantalones que querías, a esos “descuentazos” que parecen la rebaja del siglo y no lo son, a la vida en general porque no queda ropa de tu talla…