El Bracafé de la calle Casp, también conocido como Café de Frankie, baja la persiana para siempre tras 87 años de historia.
Era una de las cafeterÃas con más solera de Barcelona. Su inconfundible letrero amarillo es sinónimo de buen grano procedente del otro lado del charco. Desde su inauguración en 1931, ha servido cortados, manchados y espressos a periodistas, personalidades polÃticas, celebridades y actores y actrices;  ya que se encontraba al lado del Teatre TÃvoli y Radio Barcelona. El 31 de agosto, el Bracafé anunciaba su cierre definitivo a sus 87 años de actividad, engrosando la lista de negocios históricos que han bajado la persiana en los últimos años.
Esta vez, el motivo de este cierre definitivo no es una inasumible subida del alquiler, una generosa oferta de compra o la muerte de sus dueños. Se trata de la reforma integral del edificio de Catalana Occidente. El 7 de mayo se comunicó a los propietarios vÃa burofax que el 31 de agosto debÃan bajar la persiana. La aseguradora está rehabilitando este inmueble de estilo neogótico para convertirlo en sede de oficinas en régimen de alquiler. En el espacio que ocupaba el Bracafé se construirá la entrada del párking.  Otros negocios afectados por la remodelación son la heladerÃa Farggi, la casa de zapatos Camper, el Café Navarra, el Café de la Radio y la heladerÃa Dino.
Historia del Bracafé
El Bracafé abrió sus puertas el 29 de abril de 1931 en un edificio diseñado por Enric Sagnier en 1891. La buena acogida de su producto durante la Exposición Internacional de 1929, asà como su localización,  hizo que pronto se convirtiera en un punto de encuentro de la sociedad barcelonesa. El local de la calle Casp ya forma parte de la historia de la ciudad pero por suerte, la (ahora) cadena seguirá atendiendo a sus clientes en cualquiera de los 32 locales que hay repartidos por la ciudad.
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