La Diada de Sant Jordi es una de las fiestas más especiales de Barcelona y, sobre todo, de La Rambla. Te explicamos por qué el 23 de abril las calles se llenan de libros y rosas.
El 23 de abril es el DÃa Internacional del Libro porque coinciden las muertes de William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega. En esta fecha también tiene lugar la Diada de Sant Jordi, una de las celebraciones más importantes de Barcelona y, especialmente, de La Rambla. Es tradición regalar un libro y una rosa a tus seres queridos ¿Por qué precisamente una rosa? Una leyenda lo explica.
Hace siglos, un dragón algo porculero atormentaba a los habitantes de Montblanc, un pueblecito de Cataluña. Gustaba de devorar a los animales, los pastos y arrasar todo lo que se encontraba a su paso. Como en aquella época no existÃan ni Supernannys ni hermanos mayores para bajarle los humos, la única forma que habÃa de calmar a la bestia era rendirse a sus deseos. Por eso decidieron que cada dÃa sacrificarÃan a una persona, a la que elegirÃan por sorteo.
Nadie estaba exento de convertirse en el aperitivo del dragón, ni siquiera la hija del rey. Un dÃa, la mala suerte recayó sobre ella. No fue por mucho tiempo. Cuando el animal se disponÃa a zampársela, apareció un caballero. Era Sant Jordi, que se enfrentó a la bestia y le dio muerte clavándole una lanza. Cuenta la leyenda que de esa sangre brotaron rosas. El caballero cortó la más bella y se la regaló a la princesa, gesto que se ha mantenido en nuestros dÃas.
Historia de la fiesta
Sant Jordi es patrón de Cataluña desde el siglo XIX, cuando la Renaixença lo recuperó. Este fue un movimiento que buscaba recuperar el catalán como lengua literaria y de cultura; ya que durante siglos habÃa quedado relegada a un uso marginal por la imposición del castellano en todo el Estado.
La tradición de regalar una rosa se remonta al siglo XV, según los primeros registros. Las teorÃas apuntan a que el 23 de abril se celebraba la feria de rosas en Barcelona. La costumbre de instalar puestos de libros en las calles llegó con la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Tuvo tanto éxito que decidió hacerse todos los años, hasta hoy.
El dragón de Sant Jordi
Esta bestia es uno de los sÃmbolos más exaltados del modernismo catalán, a la Casa Bruno Cuadros, la Pedrera o el Park Güell nos remitimos. Se calcula que hay cerca de 400 dragones repartidos por Barcelona, hasta el punto de que algunos ya llaman a la ciudad Drakcelona. Hasta existe una aplicación para rastrearlos. Habrá que plantearse si hay que añadir un Dracarys al escudo de Barcelona.
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