Existen muchas teorías sobre cómo preparar un pa amb tomàquet en condiciones. Esta es la definitiva.

Preparar un pa amb tomàquet como es debido puede parecer una tarea sencilla. Cortar pan, untar el tomate, añadir la sal, el aceite…Espera, espera ¿o es al revés? ¿Qué va primero? Ah, ya no es tan fácil, ¿verdad? Lamentamos decirte que el orden de los factores SÍ altera al producto, por lo que si no lo haces bien, el resultado puede ser mediocre.

Comer pa amb tomàquet es una costumbre que se remonta al siglo XVI, cuando esta hortaliza llegó a nuestras tierras. Sin embargo, la primera constancia escrita que se tiene de este alimento data de 1884. En aquella época hubo un excedente de tomates, por lo que los payeses intentaban aprovecharlos por todos los medios posibles. Uno de ellos era restregándolo en el pan reseco y añadirle un chorro de aceite. Otra teoría indica que el origen se encuentra en un grupo de murcianos que trabajaban en la construcción del metro a principios del siglo XX. Al parecer, usaban el tomate para ablandar el pan duro que se les entregaba.

Así se prepara el pa amb tomàquet, cuyons

Pero volvamos al kit de la cuestión ¿Cómo se prepara un pa amb tomàquet? Para hacerlo necesitas:

  • Tomates: pero no unos cualquiera, tienen que estar blanditos. Los ideales son los de penjar o de rama. Cualquier otra variedad quedará mal. Aunque parezca una obviedad, ni se te ocurra triturarlo.
  • Pan: ¿vale de molde? No ¿Congelado? Tampoco, qué preguntas. El pa amb tomàquet catalán se sirve en pan de coca y de payés. También vale de leña. La cuestión es que tiene que estar tostados.
  • Aceite: pero no del que usas para freír las croquetas. De oliva virgen extra.
  • Sal.
  • Ajos (opcional).

Si quieres añadirle ajo, lo primero que has de hacer es restregarlo en el pan tostado. No es obligatorio pero le da un toque de sabor y además, es muy sano. Después viene el tomate. Hasta ahí bien. Ahora, importante, EL ACEITE. Que no, no vale eso de que en Andalucía es lo primero que se pone “por si te pasas”. Si lo haces así pierdes mucho sabor. Además, no es incompatible con rebajarlo un poco si te pasas. Por último, una pizquita de sal. Lo malo de pasarse con la sal es que es más difícil de arreglar pero bueno. Agua y a por otra rebanada.

Ahora que ya tienes tu ración de pa amb tomàquet, recuerda consumirla al instante para que no se estropee. Bon profit!