Las esculturas de Barcelona más impactantes no destacan por su antigüedad o por representar a deidades mitológicas, sino porque a veces son tan abstractas que necesitas buscar qué representan en la Wikipedia.
Cataluña es surrealista, Dalà no pudo escoger mejor territorio para nacer. Con razón una de sus épocas doradas son las vanguardias de finales del XIX principios del XX. Esta locura también está presente en nuestro paisaje urbano, un claro ejemplo son estas esculturas de Barcelona. No necesitas beber absenta como hacÃa Picasso para alucinar, te proponemos un estrambótico recorrido por los monumentos más estrambóticos de la capital catalana. Por supuesto, empezamos en La Rambla.
Miraestels
En las aguas del Mediterráneo que bañan el Maremagnum se encuentran estos seres paliduchos mirando al cielo. Son los miraestrellas que Robert Llimós diseñó en 2005 en honor a esos soñadores que encuentran su inspiración en el cielo. Un toque de originalidad en la Rambla de mar.
El gato de Botero
Llegó a Barcelona en 1987 pero no encontró su casa en la Rambla del Raval hasta 2003. Aunque no le quisieran en ningún sitio (vivió en la Ciutadella, el estadi olÃmpic LLuis Companys y las Drassanes) ha conquistado el corazón de barceloneses y turistas. Se supone que si le tocas las pelotas y pides un deseo, se cumple.
El Toro pensador
En Rambla Catalunya 18 hay una escultura de Josep Granyer i Giralt que recuerda a El pensador de Rodin. Al otro extremo del paseo, rozando la Diagonal, está su compañera sentimental. Nada que envidiar al que tienen en Wall Street.
La Jirafa coqueta
También es un trabajo de Josep Granyer i Giralt e imita a la Venus Victrix de Antonio Canova. Ambas esculturas fueron una iniciativa de Amics de La Rambla para proteger la calle de un proyecto del Ayuntamiento que querÃa convertirlo en una arteria urbana.
La cara de Barcelona
Si Barcelona fuera una mujer ¿cómo serÃa? Roy Lichtenstein, exponente del pop art norteamericana, respondió a esa pregunta con motivo de los Juegos OlÃmpicos del 92. Puedes verla en la zona del Moll de la Fusta, frente al edificio de Correos y Telégrafos. Si te fijas bien, representa a una mujer con la cabellera al viento. Los puntos rojos de su rostro son un homenaje a GaudÃ. Años más tarde un edificio de la plaza de las Glòries harÃa que la capital catalana se replantara su sexualidad, pero eso es otra historia.
La Gamba
Te prometemos que Antonio Recio no tiene nada que ver con esto. La Gamba o Gambrinus es una obra de Mariscal que representa una cigala. Se inauguró en 1989, época en la que el Moll de la Fusta empezó a llenarse de restaurantes con motivo de las Olimpiadas. Muchos de estos establecimientos (incluido el Gambrinus) cerraron para siempre pero en 2004 el Ayuntamiento adquirió y restauró esta gamba con patas de langosta. Hoy, es una de las esculturas de Barcelona más fotografiadas.
Homenaje a Picasso
En la parte del Paseo Picasso que separa el Born de la Ciutadella se encuentra este polémica conjunto escultórico proyectado por Antonio Tà pies en 1982. Se trata de un gran cubo de cristal sobre una fuente desde el que cae agua. Dentro, hay un espejo, un sofá y un armario enmarañados en sábanas blancas. En estas telas hay frases atribuidas al Pablo Picasso, como «Un cuadro no es para decorar un salón, sino que es una arma de ataque y de defensa contra el enemigo». Tà pies quiso evocar la época que el pintor pasó en Barcelona (sÃ, esa de la que hablamos en nuestro artÃculo sobre Els Quatre Gats). La obra inspira la intelectualidad de los sabidos en arte y el rechazo de los que no terminan de verlo.
Dona i Ocell
Mujer y Pájaro es uno de los últimos trabajos que Joan Miró diseñó antes de morir. Inaugurado en 1983, está en el parque que lleva su nombre y es uno de los intentos del artista de llevar el arte contemporáneo a todos los estratos de la sociedad. Pocos años antes, en 1976, instalaba un Mosaico en La Rambla que se ha convertido en todo un icono de la ciudad. Lo mismo con Dona i Ocell. Representa la figura de una mujer sobre la que se posa un pájaro. Los expertos en arte aseguran que guarda similitud con la Sagrada Familia o el Monumento a Colón. Juzga por ti mismo/a.
David y Goliat
Situada en la Plaça dels Voluntaris OlÃmpics, es otra de las muchas esculturas de Barcelona que se levantaron para celebrar la llegada de las Olimpiadas. Construida en 1992, simboliza el contraste entre el desaparecido barrio del Somorrostro, repleto de barracas, basura y precariedad y la Vila OlÃmpica, hoy una zona de alto nivel.
Els Mistos
A Claes Olderburg se le conoce por llevar a gran escala objetos de la vida cotidiana. Eso es lo que hizo con Las cerillas, un conjunto escultórico que proyectó con su mujer, Coosje van Bruggen. Se inauguró en el Vall d’hebron en 1992, frente al Pabellón de la República. Si quieres fuego, ya sabes dónde encontrarlo.